INTEGRACIÓN EN EL AULA REGULAR
INTEGRACIÓN EN EL AULA REGULAR, PRINCIPIOS FINALIDADES Y
ESTRATEGIAS
ISMAEL GARCÍA CEDILLO (2009) 193 PÁGINAS.
La integración educativa está dirigida en primer lugar a los niños con necesidades especiales pues se trata de un "grupo de población vulnerable e insuficientemente atendido... para desarrollar plenamente sus potencialidades como seres humanos y para alcanzar los máximos logros educativos posibles" (IEAR:9). Esto se logra mediante la estrategia de atender a estos niños en escuelas de educación regular en lugar de centros de educación especial, como tradicionalmente se venía haciendo. Se trata de fincar la educación en la experiencia fundamental de tratar con las personas de capacidades diversas, fomentando la convivencia, la comunicación y el respeto entre los diferentes. Se trata de una serie de retos que involucran a todos los actores dentro del proceso educativo en el marco de la REFORMA EDUCATIVA en su conjunto. La realidad mexicana estima que son cerca de 2 dos millones 700 mil niños y niñas con alguna forma de discapacidad. 606 mil de ellos no reciben ningún servicio educativo. La disyuntiva tradicional ha sido si un niño está mejor atendido en una escuela regular o una especial.
De "integrarse" la totalidad de los niños a escuelas regulares ¿qué pasará con la educación especial? Existen sólidos argumentos a favor de una y otra
disyuntiva. La educación pública tiene una responsabilidad ética qué asumir y debe dar respuestas concretas a una necesidad muy sentida dentro de la
población escolar. Se trata de buscar el ambiente más favorable para que el escolar encuentre los instrumentos para su mejor desarrollo entre otros
escolares, ponderando la importancia de los métodos médico-clínicos y siendo conscientes de que los presupuestos que lo sustentan muchas veces no se
cumplen. La categorización de niños con discapacidad o niños especiales o cualquier otra tipología, están en el centro del debate pedagógico. No siempre
ayuda encasillar en etiquetas restringidas un proceso tan rico como lo es la educación. Se trata pues de consolidar ambos procesos EL DE LA EDUCACIÓN
ESPECIAL Y EL DE LA EDUCACION REGULAR, a partir de un proceso de integración (¿dialéctico? ¿Hermenéutico? ¿Dialógico?) Para que el proceso tenga éxito,
requiere del involucramiento de todos los actores educativos. La historia de la discapacidad desde que el hombre es hombre, ha pasado desde la divinización del hecho, hasta diversas maneras de entenderla, abordarla y convivir con ella. Sobresalen las visiones cristianas fundadas en la caridad y conmiseración hacia
los débiles de la sociedad, al mismo tiempo que otras corrientes igualmente cristianas demonizaron algunas manifestaciones. Son notables las intervenciones
de misioneros como Pedro Ponce de León que en el S. XVI experimenta un modo de educar a niños sordomudos. Por desgracia tenemos pocos casos documentados de intentos de este tipo en américa latina. El italiano Rampazzetto y sus letras de madera para invidentes, entre otras historias apasionantes de gran creatividad educativa que buscaban dar una respuesta al momentos histórico. El apóstol de los idiotas Edoard Séguin en el S. XIX ya piensa en una pedagogía para personas con discapacidad intelectual. El corrimiento del tratamiento ha pasado por el ocultamiento, lo mágico-divino, lo clínico
-intervencionista y naturalista- y lo que está hoy en el centro, es lo pedagógico, con la disyuntiva si debe tratarse escolarizadamente, y al optar por escolarizar, entonces la disyuntiva es si de manera regular o especial. Esa es a grandes rasgos, la status questionis.
A partir de 1960 nace la "corriente normalizadora" que sostiene que los niños con necesidades especiales podrían desarrollar sus potencialidades en el mismo ambiente de los demás... un ambiente normal. La estrategia para desarrollar esa filosofía se llama "integración".
A partir de allí han existido serios esfuerzos por ampliar esta visión a partir de políticas de Estado, por lo que la UNESCO, la ONU, la UNICEF han emitido recomendaciones y documentos para garantizar el respeto a los Derechos Humanos de todos los educandos. Sobresale la Declaración de Salamanca en 1994
que subraya una educación para todos, incluyendo en el sistema educativo común a los niños con necesidades especiales. En México iniciaron estos procesos de educación a partir de los años 60 con políticas educativas que han variado a lo largo del tiempo, siendo la última modificación la de 1991 que promovió los
COIE (Centros de Orientación para la Integración Educativa) cuyo funcionamiento duró un año en el Distrito Federal y algunos subsistieron en otros estados del país. En 1996 se plantea elaborar un registro de los niños con algún tipo de discapacidad. Se crearon las USAER (Unidades de apoyo a la educación Regular) como el organismo técnico de apoyo a la población especial Dentro de la educación regular. Las USAER tienen un método
delimitado: evaluación inicial, planeación de la intervención, intervención y seguimiento. El último acto reconocido a nivel nacional para fortalecer estas
políticas públicas, fue el año 2000, con el Curso Nacional de Integración Educativa dirigido a profesionales de la educación especial. Los fundamentos filosóficos de la Integración Educativa son: el Respeto a las diferencias, Derechos humanos e igualdad de oportunidades y Escuela para todos. Los principios generales de la integración educativa son: normalización, integración, sectorización, individualización de la enseñanza. El concepto de necesidades
educativas especiales, es un concepto dinámico que varía según el caso, sus limitaciones y potencialidades que dentro de otros elementos considera: el
ambiente social y familiar del niño, ambiente escolar donde se desarrolla el niño, condiciones individuales del niño. Existe una categorización del proceso
de integración del niño, que es ascendente y que consta de: 1. Integración en el aula con apoyo didáctico especial, 2. Integrado en el aula con apoyo
didáctico especial y con reforzamiento curricular de especialistas 3. Integrado al Plantel asistiendo a aulas especiales para educación especial, 4. Integrado
al plantel por determinados ciclos escolares. En todo este proceso, es fundamental la evaluación diagnóstica de cada caso. Hoy en los EEUU se plantea
la educación especial en ambientes menos restrictivos (mainstreaming) e inclusión plena. Significa seguirla corriente principal, es la integración temporal, instructiva y social de niños excepcionales con sus pares "normales".
Es importante el aparejamiento de nuestra educación a estándares internacionales. Para mexicanizar con éxito el proceso, consideramos que "es necesario romper con muchas barreras: creencias, ideologías, actitudes etc., que han obstaculizado su desarrollo, pues la integración educativa no es
solamente un cambio dentro de nuestras escuelas, sino sobre todo, un cambio en nuestra forma de vivir.